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Equipo Primera Línea Prensa

Durante la jornada de la 3ra conmemoración de la revuelta popular de octubre, pudimos volver a revisar las exigencias de un pueblo que se resiste a la “paz” que nos quieren imponer a través de la represión. Con gran despliegue de motos, carros, tropas a pie y un sin numero de bombas lacrimógenas lanzadas a quien estuviera al paso, se contrastó el discurso pro DDHH de Boric y su sector, y de la misma forma, se contrastaron las convicciones comunistas del PC al ver el silencio que guardaron mientras el gobierno del cual hacen parte desató la represión contra el proletariado.

Hoy, 19 de octubre, la conmemoración sigue fuera de Santiago y las expresiones radicales continúan apareciendo.

Hay algunos elementos interesantes sobre los cuales vale la pena que reflexionemos. En primer lugar, en el eje Alameda no se vio ninguna alusión a reiniciar un proceso constituyente. Es esperable debido a dos cosas: El proceso constituyente liderado por un sector “independiente” y el Apruebo Dignidad fue un circo y que en ningún momento afecto las condiciones de vida del pueblo y también porque la demanda de una nueva constitución no fue lo que originó al estallido ni tampoco fue de sus reivindicaciones principales hasta ya llegado el Pacto por la “paz”. Lo que sí se vio bastante, además de una dura represión, fueron consignas que apuntaban al desarrollo de la lucha del pueblo, de su organización, críticas contra los abusos y alzas que no amainan y la constatación de que las condiciones de vida se han mantenido iguales a antes de la revuelta (lo cual estaba disputado por quienes afirman que la miseria va en aumento).

El segundo elemento a mencionar, fue que nadie se asombró por la intensa represión del gobierno. Esto señala que, por lo menos para quienes están dando la lucha, se identifica una continuidad entre el gobierno de Chile Vamos (RN-UDI-Evopoli) y la neoconcertación (FA-PC-PS y PPD). Es posible que la ausencia de banderas de la JJCC, PC y de partidos del FA se explique por esto.

Finalmente, es relevante mencionar que se percibió una disminución del consumo de alcohol y drogas, a pesar que en el eje Alameda hubo muchos vendedores de alcohol y drogas. La importancia de esto radica en la separación de la lucha y el “carrete”, lo cual politiza el espacio.

En conclusión, la política popular decantó y se ha tomado posición clara (y pareciera que transversal) contra el gobierno de Boric, que tanto trató de posicionarse como representante del pueblo e incluso como una opción a la derecha y su represión barbárica.