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La dominación estadounidense en el continente latinoamericano no solo se realiza mediante el ejercicio de poderío económico, hegemonía cultural y control político, sino que todas estas estrategias “blandas” están respaldadas – o al menos salvaguardadas- por la ocupación y presencia militar directa de Estados Unidos en nuestro continente, a través de un despliegue de bases militares que corresponden tanto al Comando Sur del Ejército de Estados Unidos, como también a bases de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).
Dicha política, claramente coercitiva y represiva, lejos de disminuir en los últimos años, ha ido en aumento y Estados Unidos ha ido solidificando y aumentando su presencia militar en el continente. De ello es que se explique los dos últimos intentos de asentar bases de la OTAN en Colombia (como ha sido denunciado recientemente por el gobierno Venezolano), como también una base militar del Comando Sur en el Perú amazónico, bajo el pretexto de ayuda y soporte ante catástrofes. Todo esto se ve corroborado y potenciado por la presencia militar, vicaria, pero impulsada por Estados Unidos, de intervenir militarmente Haití desde el año 2004, bajo una supuesta Misión de Paz y Estabilizaciónde la ONU (MINUSTAH)

Cifras Alarmantes

En la actualidad existe la cifra preocupante de 46 bases militares estadounidenses a lo largo de Latinoamérica, muestra patente de la intervención y control imperialista de dicho país en el continente. De dichas bases, 19 están emplazadas en América del Sur, en Argentina (Malvinas), Perú, Colombia, Guyana Francesa, Paraguay y Chile. En alrededor de 500 días más, esta cifra subiría a 20 con la instalación del Centro de Operaciones de Emergencia Regional del Comando Sur, en el Perú amazónico, acordada el 29 de diciembre del año recién pasado.
A esto, se le suma el acuerdo en proceso entre Colombia y la OTAN, convenio que tiene como fin supuesto el combatir el “crimen organizado”, y que incluso podría ser el inicio de conversaciones que podrían llevar a Colombia a ser “miembro pleno” de la OTAN.
A todo ellos se suma la reciente firma por parte del gobierno argentino con la Guardia Nacional de Georgia, Estados Unidos (Estado donde hoy se encuentra la infame Escuela de las Américas de la Armada de Estados Unidos), para brindar “asistencia entre catástrofes naturales y ayuda humanitaria”, mostrando la clara política del gobierno macrista de permitir la intervención imperialista estadounidense dentro de su territorio.

el comandante del Comando Sur de Estados Unidos, Kurt Tidd, junto al ministro de Defensa de Perú, Jakke Valakivi, mayo del 2016
Las excusas, siempre omitiendo lo principal, versan sobre control del crimen organizado, ayuda humanitaria, y ayuda ante catástrofes naturales, cualquier motivo salvo el que realmente se trata: control y presencia militar en nuestro continente.

El Comando Sur, una división del Ejército de Estados Unidos para la la dominación imperialista en la Región

El United States Southern Comand (o Comando Sur) es la repartición militar que cumple con el objetivo de intervenir y velar por los intereses estadounidenses en los 31 países de América Latina y el Caribe, y es un comando conjunto de distintas fuerzas militares que cuenta con más de 1200 efectivos.
Formado en 1903, con la ocupación militar de Panamá, el Comando Sur ha participado activamente en la política continental mediante intervenciones militares, preparación de fuerzas militares locales en contrainsurgencia, siendo uno de los principales responsables por la oleada de golpes militares que desde 1964 se desató en nuestro continente.
Hoy cuenta con acuerdos militares con 22 países, habiendo montado más de 40 bases militares en ello, además de pactos de cooperación, ejercicios conjuntos, y una serie de maniobras de diplomacia militar que mantienen incluso a su comandante, el almirante Kurt Tidd, como visita ilustre a ejercicios militares a lo largo del continente, y reuniéndose con políticos, como lo realizó a mediados del 2016.

Y Chile ¿tiene bases militares Estadounidenses?

Chile, en la actualidad cuenta con una base militar estadounidense, Fuerte Aguayo, la cual es un comodato entregado por la Armada de Chile en Concón el año 2012, durante el gobierno de Sebastián Piñera. Se trata, como señala el video informativo de la Embajada de Estados Unidos en Chile, de un centro de entrenamiento “de personal encargado de ejecutar operaciones de mantención de la paz o de estabilidad civil”, en escenarios urbanos. De ahí, participa personal militar y policial de 11 países del continente, quienes se capacitan en operaciones de control urbano, capacitando desde el Comando Sur, a fuerzas locales en la Doctrina del Enemigo Interno y Contrainsurgencia, doctrina que queda en evidencia que aun es impulsada por Estados Unidos. En el sitio de unos 7 mil metros cuadrados, se encuentran una serie de modelos de viviendas que simulan los más comunes en el continente, para practicar maniobras de allanamientos, detención, movimiento de convoyes, y enfrenamientos en poblaciones.
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