Por Ignacio Kokaly
Durante esta semana, el gobierno difundió un polémico documento con nuevas indicaciones para el uso de ventiladores mecánicos en pacientes críticos. En el papel, las normas dictan que, desde ahora, los artefactos disponibles podrán dar asistencia a una mayor cantidad de personas.
Pero no, no se han duplicado los recursos, ni nada parecido, sino que el eventual aumento en la capacidad para atender pacientes que requieran ventilación mecánica proviene de una decisión girada recientemente a los organismos de salud, y que, según expertos en la materia, estaría al filo de la ética médica.
Fue apenas el 9 de mayo que el Ministro de Salud, Jaime Mañalich se paró estoico frente a las cámaras de televisión. En el punto de prensa, realizado con un imponente avión de fondo mientras la descarga de los implementos aún estaba en curso, el titular de la cartera celebró la llegada de 82 ventiladores mecánicos en un vuelo proveniente de Holanda.
La misma acción intentó replicarse hacia fines de esta semana para anunciar el arribo de 65 unidades a suelo nacional; sin embargo, una protesta acabó por quebrantar el show mediático. Frente al alza de contagiados y muertos a nivel nacional por Covid-19, un grupo de trabajadores del Aeropuerto de Santiago comenzó una protesta contra las medidas tomadas por el Ejecutivo sobre la crisis sanitaria. La escena termina con Mañalich retirándose del lugar entre gritos e insultos.
Eso ha sido todo, un espectáculo. Si bien el anuncio de más implementos para hacer frente a la expansión del Covid-19 en suelo nacional puede sonar promisorio y dar la sensación de seguridad, la realidad indica todo lo contrario; prueba de ello es un documento del 29 de mayo de 2020, firmado por el subsecretario de redes asistenciales Arturo Zúñiga, donde se entregan nuevas instrucciones sobre el uso de ventiladores mecánicos, preparando a los hospitales a lo largo del país para afrontar el peor de los escenarios.
En detalle, según versa el escrito al cual Primera Línea Prensa tuvo acceso, se especifica que “en el contexto de la emergencia sanitaria por la declaración de pandemia de SARS-CoV-2, se hacen presentes algunos aspectos del marco regulatorio de la salud en general. En ese contexto, es que recuerdo a usted la posibilidad del uso de splitters en ventilación mecánica, cuando las condiciones clínicas de los pacientes así lo hagan posible”, menciona la documentación destinada únicamente a los directorios de centros de salud y organismos pertinentes.
A continuación, la misiva advierte que “los splitters permiten la ventilación mecánica de dos pacientes utilizando un solo equipo de ventilación mecánica. Para ello, los pacientes deben tener necesidades ventilatorias similares. En ese contexto, es que se recuerda que, en virtud de las reglas generales, dicha práctica está permitida cuando no existan otras alternativas disponibles y la utilización de esta técnica sea factible clínicamente”, cierra el documento.

No hay 2×1
Asimismo, en una declaración pública de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, fechada el 20 de mayo, ya se advertían los principales resquemores en torno a esta técnica.
En concreto, según se indica en el escrito de la asociación “esta no es una técnica validada en el cuidado de nuestros pacientes críticos, y utilizada de manera incorrecta y no supervisada puede producir daño ya no sólo sobre un paciente, sino que sobre 2 simultáneamente, pudiendo, en ese escenario ser una técnica no sólo fútil, sino además no adecuada desde el punto de vista ético”, redactaron.
De igual manera, admiten que el dispositivo aún se encontraría en fase de prueba, siendo un último recurso a utilizar solo bajo el ojo atento de profesionales especializados.
“El equipo denominado “splitter”, que actualmente se encuentra en evaluación técnica de acuerdo con el proceso establecido por el programa “Un respiro para Chile”, ha superado las pruebas biomédicas y está en proceso de prueba en humanos bajo autorización del comité de ética de la Universidad de Chile” se indica en parte de la misiva.
En esta misma línea, la organización hizo un llamado al autocuidado, implorando, de paso, a las autoridades por tomar medidas bien planificadas, agregando que “enfatizamos que la disponibilidad recursos siempre será finita e insuficiente si las medidas de confinamiento no son las adecuadas y no se respetan por parte de la población. La principal respuesta a la pandemia no se encuentra en los centros de salud, sino en la responsabilidad individual de respetar el aislamiento y en la correcta planificación sanitaria por parte de la autoridad”, finalizaron.
Por último, fuentes asociadas al rubro de la salud expresaron a Primera Línea Prensa la desconfianza que existe frente a esta técnica como innovación, siendo compleja por las condiciones similares que deben tener los pacientes conectados a un ventilador mecánico con el uso de splitters.
Y es que, si bien detallan que de momento aún existirían maquinas de anestesia que podrían ayudar a paliar los recursos, indicaron que el principal problema es la falta de personal para operarlas, dejando entrever, con estos antecedentes, el frágil estado en que el país se encuentra para enfrentar un explosivo aumento en los contagios en el contexto de una crisis que aún mantiene su curvatura en alza.