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Por Francisco Leo

Este 29 de marzo, Día del Joven Combatiente, la clase política de forma transversal arremetió contra nuestro pueblo despachando al senado la Ley Gatillo Fácil. Esta ley permite a carabineros actuar con fuerza letal según su propio criterio, endurece penas para quien agreda o mate, enhorabuena, algún uniformado y permite que todo acto de violencia por parte de carabineros sea considerado legítima defensa hasta que se demuestre lo contrario.

Por un lado, la derecha y la vieja concertación votó a favor de la ley, mientras que FA y PC se ausentó o se abstuvo de la votación (a excepción de Convergencia Social donde si hubo voto a favor), brindando apoyo pasivo a la medida. Mientras tanto, el gobierno a través del Ministerio del Interior valoró la aprobación de la ley. Carolina Tohá mostró particular preocupación por asegurar la impunidad de carabineros, señalando que “[…] donde más podemos avanzar en dar esa seguridad que se necesita para las policías es que desde el punto de vista procesal y disciplinario, cuando un policía hace uso de sus armas no tenga de manera automática consecuencias que son lesivas para su carrera”.

Esta ley es fácil de las más represivas desde la vuelta a la democracia, no solo por un endurecimiento de penas que deja en manifiesto que las vidas civiles tienen significativamente menor valor, sino porque da un cheque en blanco para gravísimas violaciones a los DDHH. Cabe mencionar que, es un proyecto que finalmente exime de control civil a las policías al darle atribuciones impensadas, lo cual pasa a llevar uno de los principios democráticos más esenciales, que es la subordinación de las fuerzas armadas al control civil.

Cabe mencionar que, durante la jornada se desplegó gran contingente policial que en algunos puntos de la Alameda se desplegó junto a guardias privados de Estación Central, los cuales impunemente atacaron con piedras a estudiantes secundarios. Además, durante la mañana el presidente visitó la ya remodelada Cárcel de Alta Seguridad, donde se encuentran los presos políticos con mayor trayectoria.

Luego de esta jornada, solo a un iluso le quedaría duda del rol que juega este gobierno en la modernización y endurecimiento de la represión. La coalición de gobierno no tiene empacho de hablar de DDHH y, en el caso del PC conmemorar víctimas de la dictadura, al mismo tiempo que apoya reformas represivas totalmente antidemocráticas.