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El pasado 30 de noviembre el gobierno del FA/PC celebro la instalación de una estatua del expresidente Patricio Aylwin frente a La Moneda. A la actividad estuvieron invitados todos los expresidentes, ausentándose Bachelet por motivos de salud, lideres de los partidos políticos, miembros de la iglesia, etc.

Fue una jornada solemne, donde la lealtad entre la clase política y de estos hacia los patrones, se podía respirar en el aire. Tanto así, que algunos transeúntes no aguantaron gritar “traidores”, mientras se celebraba a quienes apoyaron a un golpe de estado y que pactaron la impunidad al retorno a la democracia de los ricos.

Es simbólico que, el gran partido del orden, con todas sus facciones, haya hecho su celebración su unidad en el mismo lugar y fecha en que se conmemora la autoinmolación de Eduardo Miño, trabajador que se quemó a lo bonzo como protesta contra las vejaciones de salud, abuso laboral y desempleo que sufre la clase trabajadora, indicando fuertemente el rol del imperialismo en ello. Cabe mencionar que, a la misma hora, en La Alameda se realizaban manifestaciones de secundarios y evasiones masivas en metro Republica.

Para quienes la lucha impregna la memoria, esto no es nada más que un reflejo de las garantías que se están entregando a la patronal, mediante la unidad de la clase política y en desmedro de cada aspecto de nuestras vidas. Mientras la memoria popular recuerda a un compañero que entregó su vida para posicionar nuestras necesidades como clase, ellos se reunían para celebrar la seguridad de sus privilegios.

No es misceláneo que haya sido tema durante la jornada la unidad de la clase política “para avanzar”, ya que es un recurso que en noviembre de 2019 y durante toda nuestra historia les ha brindado tantos beneficios. Boric, que amenazaba a Piñera durante su campaña, le invita, le estrecha la mano y nos deja una linda postal que nos recuerda: El gobierno del FA/PC viene a terminar lo que no pudo hacer Piñera; están más unidos que nunca.